CAPITÁN MARBLE
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- Creado en Domingo, 11 Mayo 2014
Os dejamos un sorprendete y precioso relato que ha hecho un amigo que nos está ayudando mucho junto con su familia y que queremos mucho, se ha inspirado en Alex, ha ganado el " primer premio en jurado técnico" en un concurso de relatos.¡¡¡Enhorabuena!!!Muchas gracias a Sergio y Gema,os queremos mucho.
El capitán Marble y su pata de palo. Autor: Sergio José Quevedo Teruel
Los rayos del sol entraron tenues por la ventana de la habitación, a través de los pequeños orificios de la persiana, e iluminaron los libros del camarote del Capitán Marble. Muchos de los libros eran mágicos. Ese mínimo haz de luz es suficiente para despertar a este pirata temido en los 7 mares. Cogió su espada, se colocó su pata de palo y comenzó a dar órdenes a la tripulación del navío. “¡Avante toda!”, se escuchó. “¡Tenemos que llegar lo antes posible!”, gritó de nuevo el capitán. Dicho destino no era otro que una recóndita isla de apenas unos kilómetros cuadrados que no aparecía en ningún mapa conocido. Allí era donde nuestro intrépido pirata ocultaba todos sus tesoros. Al llegar el barco a la isla, se apresuró a tomar un bote y dirigirse a tierra. Profirió un ruido a dos de sus tripulantes más aventajados y éstos ya sabían que debían acompañarle. Se introdujeron en una gruta anexa a una playa de arena blanca y aguas cristalinas. Con una antorcha iluminaban cerca de las paredes y al hacerlo, se podían leer mensajes pintados en la roca que indicaban el camino a seguir. Tras un rato de travesía a oscuras llegaron a una gran estancia. “¡Al fin!”, exclamó el capitán. Lo que allí se ocultaba era impresionante: cientos de miles de monedas de oro, las joyas más bellas jamás vistas, muebles de gran valor,… De repente, se oyó un estruendo, como un disparo, y aparecieron decenas de soldados que apresaron al pirata y sus compinches. “¡No pongáis vuestras sucias manos en mis tesoros!”, gemía nuestro héroe. “¡Tranquilo, Álex. No te vamos a hacer nada!”, exclamaron. No me llamo Álex, mi nombre es Capitán Marble. Pero ya era tarde. Nuestro protagonista debía recibir un nuevo ciclo de quimioterapia. El tumor de fémur, que impedía caminar al valiente pirata de 4 años, le mantenía preso pero no se iba a rendir fácilmente…Su barco con forma de cama y sus libros de aventuras sobre ella esperan su regreso.